¿Por qué el turbocompresor diésel es tan importante?


El sistema de turbocompresor se ha empleado ampliamente en motores, particularmente en motores diésel, para mejorar el rendimiento. Los turbocompresores diésel aumentan la potencia y mejoran el rendimiento general de los motores diésel. Tras la instalación de un turbocompresor, la potencia máxima del motor puede aumentar aproximadamente un 40% o más en comparación con los motores sin turbocompresor. Sin embargo, la operación y el mantenimiento diario de los motores turboalimentados pueden ser más complejos en comparación con los motores de aspiración natural.

Las mejoras en el rendimiento después de los motores diésel turboalimentados incluyen:

  1. Mejora del rendimiento energético: la turbocompresor aumenta la entrada de aire y el suministro de combustible, lo que aumenta significativamente la potencia del motor entre un 30 % y un 100 %. Además, aumenta la presión efectiva promedio, superando el aumento en la presión de pérdida mecánica promedio, mejorando así la eficiencia mecánica del motor. Como resultado, la turboalimentación mejora enormemente la potencia del motor.
  2. Mejora del rendimiento económico: la turbocompresión aumenta la proporción de exceso de aire, lo que ayuda a la eficiencia de la combustión y aumenta la eficiencia térmica y mecánica indicadas. Esto conduce a una reducción del consumo de combustible de entre un 3% y un 12%.
  3. Mejora del rendimiento de las emisiones: la turboalimentación genera mayores volúmenes de entrada de aire, lo que genera una mezcla de aire y combustible más pobre y una disminución de las emisiones nocivas como HC, CO y humo. Sin embargo, la turboalimentación también puede aumentar las emisiones de NOx debido a las temperaturas de admisión más altas. Sin embargo, el uso de técnicas de intercooler puede mitigar las emisiones de NOx, lo que hace que el turbocompresor sea ventajoso para la reducción general de las emisiones.
  4. Reducción del ruido de combustión y escape: la turbocompresor acorta el período de retardo de encendido del combustible, lo que resulta en una disminución del ruido de combustión. Además, el ruido del escape se reduce ya que el escape puede expandirse aún más en la turbina.

Sin embargo, con la mejora de la potencia y los indicadores económicos de los motores diésel turboalimentados, también aumentan las cargas mecánicas y térmicas. El aumento de la carga mecánica intensifica la tensión sobre los mecanismos y cojinetes del cigüeñal, lo que provoca un desgaste acelerado. La carga térmica sigue siendo la limitación más crítica de los motores diésel turboalimentados, ya que el aumento del volumen de aire y combustible aumenta la energía de combustión general, lo que lleva a una mayor carga térmica en los componentes del motor como pistones, cilindros, culatas y válvulas de escape. En consecuencia, esto limita el grado en que se puede aplicar la turbocompresión a los motores diésel.

¿Por qué elegir el turbocompresor Cummins?

Los turbocompresores diésel Cummins se eligen por varias razones, principalmente porque utilizan exclusivamente Turbocompresores Holset. Estos turbocompresores diésel son famosos por su fiabilidad y rendimiento. Entre ellos, el modelo HX40 destaca por su válvula de descarga integrada, que mejora la capacidad de respuesta a baja velocidad y la entrega general de potencia. Esta característica contribuye significativamente a mejorar el rendimiento del motor, lo que convierte a los turbocompresores Cummins en la opción preferida para muchas aplicaciones. El turbocompresor Cummins incluye:

  • Turbocompresor Cummins 6.7
  • 5.9 turbocompresor Cummins
  • Turbocompresor Cummins 6bt
  • Turbocompresor Cummins 4BT
  • Turbocompresor Cummins NT855
  • Turbocompresor Cummins ISX
  • Turbocompresor Cummins N14

Turbocompresores diésel Cummins

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